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¿Cómo afrontar la muerte de un ser querido?

¿Qué es el duelo?

Debido a la necesidad que tenemos, desde que nacemos, de ser protegidos, empezamos a desarrollar un vínculo con nuestros padres conocido como apego. Esta es una conducta de supervivencia, en la que se establecen lazos emocionales dirigidos hacia un número específico de personas que se encuentran en nuestro círculo cercano, y que tienden a estar presentes durante gran parte de nuestro ciclo vital. 

Si esta persona con la que hemos establecido lazos afectivos fallece, comenzará el proceso de duelo. El duelo es una emoción fuerte y a veces agobiante para las personas. Quienes lo sufren pueden sentirse paralizados, abrumados e incapaces de llevar a cabo sus tareas habituales por la sensación de pérdida.

El duelo es una experiencia altamente individual que depende de muchos factores (personalidad y estilo de afrontamiento, experiencia de vida, fe, y cómo de significativa fue la pérdida). No hay una manera correcta o incorrecta de sufrir, ni tampoco existe un calendario que te diga cuándo vas a empezar o dejar de padecer por la pérdida; tampoco es posible evitar el sufrimiento por completo. De hecho, los intentos de suprimir o negar el dolor no solo prolongan el proceso sino que también exigen de un esfuerzo emocional adicional. 

El duelo, aunque puede ser horrible, sigue un proceso similar al de curación. Es la forma en la que el cerebro da sentido a la pérdida, ayudándote a conocer lo que valoras, buscando consuelo y relaciones que te ayuden a aliviar la carga emocional. Así que en cierto modo el dolor es una herramienta útil para procesar la pérdida.

No dejamos de lado el dolor. Seguimos adelante con él.

-Nora Mclnerny

¿Cómo aceptar la pérdida de un ser querido?

Comprender por qué estás sufriendo puede ayudar, al igual que hablar con otras personas y tratar de resolver los problemas que causan un dolor emocional significativo.

Después de sufrir una pérdida, hay ciertas tareas que se pueden realizar para restablecer el equilibrio. Estas tareas no siguen necesariamente un orden específico, pero requieren de esfuerzo. Cuando alguien muere, incluso si la muerte es esperada, siempre hay cierta sensación de que no es real.

La primera tarea del duelo es afrontar la muerte y aceptar que esa persona se ha ido y no volverá. Parte de la aceptación de la realidad es asumir que el reencuentro es imposible, al menos en esta vida. 

Aunque completar esta tarea plenamente lleva tiempo, los rituales tradicionales como el funeral ayudan a muchas personas a encaminarse hacia la aceptación. 

Otro consejo práctico es el de invitar a amigos y familiares a elogiar y compartir recuerdos de esa persona, abriendo tus oídos al nombre y a la memoria del fallecido. Con estas conversaciones atesoras la vida entera de la persona, sin centrarte exclusivamente en el hecho de que ha fallecido. El pasado es tuyo y puedes mirar atrás con gratitud a los momentos vividos y estar agradecido de haber tenido la suerte de  compartirlos. 

Inevitablemente, el proceso de duelo lleva tiempo.

La curación se produce gradualmente; no se puede forzar ni apurar. Algunas personas comienzan a sentirse mejor después de semanas o meses. Para otras, el proceso de duelo se mide en años. Sea cual sea tu experiencia de duelo, es importante que seas paciente contigo mismo y que permitas que el proceso se desarrolle naturalmente. Si en algún momento sientes que tu duelo es difícil de sobrellevar pide ayuda, no estás solo. A través de la terapia psicológica puedes trabajar las emociones asociadas al duelo y superar los obstáculos que te paralizan. 

¿Entonces todo ha sido en vano que hayas tenido un amigo así? Después de tantos años, en medio de una relación tan estrecha y de una comunión tan íntima de intereses personales, ¿no se ha logrado nada? ¿Enterrarás la amistad junto con tu amigo? ¿Y por qué lamentar su pérdida, si no sirve de nada haberle poseído? Créeme, una gran parte de los que hemos amado, aunque el azar los haya alejado, aún permanece con nosotros. El pasado es nuestro, y no hay nada más seguro para nosotros que lo que ha sido.

-Séneca

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La terapia psicológica puede darte las herramientas necesarias para entender y reorganizar tus emociones con el fin de superar la causa del problema.

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