30 Ene Cómo controlar la adicción a las compras
La adicción a las compras es una enfermedad que solo se da en las sociedades occidentales. Nuestra forma de vida, basada en el consumismo constante y un estilo de vida que nos lleva a creer que no somos felices si no lo somos, tiene mucho que ver en el desarrollo de esta enfermedad que, si no se trata, puede derivar en graves problemas.
A continuación, proponemos una serie de consejos:
Aceptar que hay un problema.
Si eres adicto a comprar ropa, puedes comenzar por hacer una limpieza en tu armario, esto te permitirá reflexionar acerca de toda la cantidad de cosas que has adquirido y que no usas. Al mismo tiempo te ayudará a encontrar prendas que quizá jamás te has estrenado y que te ayudarán a calmar tu apetito de comprar.
Lo mismo puedes hacer con todos los objetos que has comprado: cosas para la casa, para decorar, etc
Aprende a ser sincero contigo mismo para poder controlar tu adicción a las comprar.
No es lo mismo desear que necesitar. Comprar algo que necesitamos no está mal, pero comprar siempre y de forma compulsiva algo que únicamente deseamos es muy distinto.
No es una tarea sencilla admitir que eso que estamos viendo en el escaparate y que tanto nos encanta, definitivamente no es necesario para nosotros, pero es importante aprender a distinguir la diferencia para controlar y superar la adicción.
Modera el contacto con las redes sociales
Las redes sociales son un gran escaparate donde la gente expone su vida, incluido lo que compra. Es por ello por lo que son un elemento “peligroso” en el caso de que tengas compulsión por comprar.
Además, las empresas que venden a través de internet cada vez tienen más recursos para saber nuestros gustos, por lo que un simple “click” en una página puede dar muchas pistas sobre lo que deseamos. Para una persona con adicción a las compras, esto puede resultar altamente nocivo, puesto que representa una tentación continua. Intenta limitar, por tanto, las horas que pasas conectado a la red.
Habla con los demás de tu trastorno
Está demostrado que quedarse las cosas para uno mismo tiene efectos nocivos en nuestra salud mental. El ser humano necesita expresar lo que le duele y le preocupa; eso sí, procura que sea con las personas adecuadas. No todas las personas de tu entorno están capacitadas para comprender lo que sientes, por lo que habla con personas con las que tengas una confianza real y con las que te sientas cómodo para expresarte.
Por supuesto, esto no es obligatorio y tienes todo el derecho a guardarlo para ti y para tu terapeuta. Sin embargo, compartir tu experiencia con personas cercanas puede ayudarte a sentirte apoyado y querido, una experiencia muy beneficiosa para tu proceso terapéutico.
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