23 Dic El síndrome de los niños hiperregalados
¿Son más felices los niños cuantos más regalos reciben?, ¿Demostramos más afecto cuantos más regalos realizamos? La respuesta es NO. A continuación vamos a ver las consecuencias emocionales de regalar en exceso y algunas pautas educativas para regalar a los niños en navidad, cumpleaños y en cualquier época del año.
El síndrome del niño hiperregalado aparece durante todo el año, pero se acentúa en momentos puntuales como pueden ser el cumpleaños, la Navidad o los Reyes. Los niños que padecen este síndrome no valoran lo que reciben, solo tienen el deseo de recibir más y más regalos, es decir que le regalen todo lo que se le pasa por la cabeza.
Consecuencias del síndrome de los niños hiperregalados
Las consecuencias emocionales que observamos en los niños que tienen un exceso de regalos son:
- Dificultades para valorar y disfrutar de esos regalos. Niños que no han terminado de abrir un paquete y ya se han abalanzado con impulsividad e impaciencia hacia el siguiente paquete sin casi atender al anterior.
- Berrinches y rabietas ante cualquier mínima variación de lo que se pidió originalmente. Es muy frecuente que aquí aparezca, «esto no es lo que he pedido», «si no es así no lo quiero», «yo quería el otro modelo o la otra marca»….
- Perdida de ilusión, «siempre quiero más» y aumento de la frustración.
- Menor uso de la imaginación y fantasía en el proceso de juego.
- No conoce el valor del esfuerzo, ni lo que cuesta conseguir las cosas. Esto hace que peligre su maduración a nivel afectivo.
Para evitar que los niños acaben sufriendo este síndrome, típico de la sociedad consumista en la que vivimos hoy en día, los padres pueden actuar de la siguiente manera: Será importante que los padres sepan decir: no. Y que los niños entiendan qué es lo que se puede y no se puede hacer y tener. Este NO debe ser coherente y debe ser explicado con claridad al niño sin imponer la regla de: ‘esto se hace porque lo digo yo’.
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En Ehimar Salud no somos partidarios de fijar un número exacto de regalos porque cada familia es única y tiene unas necesidades únicas. Por eso, en vez de fijar un número exacto de regalos, fomentamos en las familias un criterio lógico, que contemple tanto los deseos de los pequeños como las necesidades y gustos de toda la familia en conjunto.