10 Dic Los trastornos alimentarios en Navidad ¿Cómo gestionar las emociones?
¿Cómo gestionar las emociones si tienes Trastorno de la Conducta Alimentaria?
La preparación de las festividades navideñas puede ser muy emocionante: fiestas, regalos, tiempo con la familia y, a menudo, mucha comida. Pero esa ilusión puede ser eclipsada por la preocupación, la culpa, el resentimiento y el pánico cuando sabes que te encontrarás estímulos de comida que pueden desencadenarte reacciones negativas. Las fiestas pueden ser un momento de sufrimiento, pero no tienen por qué serlo. Con un poco de planificación y preparación, puedes hacer que las fiestas transcurran sin problemas a la vez que mantienes a raya los miedos y los pensamientos negativos.
Pautas para pasar la Navidad si tienes TCA
A continuación, te voy a dar algunos consejos para ayudarte a tener unas navidades felices y evitar reacciones negativas con la comida.
1- Planea con anticipación para evitar cualquier momento de pánico inesperado
Si es posible, intenta adelantarte y saber de antemano lo que habrá en el menú de Navidad y cuándo se servirá. Si encuentras algo del menú que te puede agobiar o frustrar, o si un terapeuta o un equipo de tratamiento te ha dado un plan de alimentación y sientes que te puede causar un conflicto, habla con el anfitrión de la comida o cena de Navidad sobre tus dificultades, y hazles saber personalmente, o a través de tu terapeuta, cómo pueden ayudarte sin alertar a todas las personas presentes.
2- Come regularmente siguiendo un patrón razonable
Intenta seguir con la rutina recomendada o indicada, la cual se suele basar en cinco comidas al día, procurando no saltarte ninguna de ellas para comer más o menos en un intento de compensar por lo que has comido recientemente o estás a punto de comer. Mantén un patrón regular y moderado.
Evita el consumo de bebidas alcohólicas, por su inexistente valor nutricional y sobre todo, porque puede interferir en tu dieta y provocar efectos adversos. También es recomendable evitar aquellas preparaciones culinarias o platos que incluyan alimentos “light” o de dieta, ya que su consumo puede enmascarar una oportunidad para que aparezcan conductas específicas de tu TCA (como restricción o atracón).
3- Ten un plan de apoyo
Si sientes que puedes llegar a tener problemas a lo largo del día, cuenta con una persona de apoyo de antemano (amigo, miembro de la familia…) con la que puedas hablar en privado y que te acompañe a la hora de escoger la comida, o para que te indique si el tamaño de las porciones que has seleccionado son adecuadas o no.
4- “Me preocupan los comentarios que la gente pueda hacer“.
En esta época del año suele haber muchos comentarios en torno a la comida que pueden llegar a angustiarte. Incluso, puede haber comentarios bienintencionados sobre lo que estás comiendo o tu aspecto físico fácil de malinterpretar, especialmente si parecen estar comparando tu aspecto actual a como estabas antes.
¿Qué podría ayudarte?
Puede ayudar que alguien les diga a los miembros de la familia y a los amigos que conocen el trastorno alimentario que no hagan comentarios sobre tu apariencia o sobre qué o cuánta comida estás ingiriendo. De hecho, es mejor evitar activamente hablar de dietas o hacer comentarios sobre el peso, el aspecto o la ingesta de alimentos de cualquier persona. En vez de centrarte en la comida habla con tus seres queridos sobre temas importantes como: desafíos, miedos, sueños, metas, momentos especiales, relaciones, etc. Permite divertirte en vez de enfocarte rígidamente en la comida o en las preocupaciones del cuerpo.
La comida no es el enemigo. La comida es combustible, y también es algo que se puede disfrutar y celebrar por placer. No hay valor moral en la comida, y lo que sea que elijas comer no te define como persona.
5- Evita tener demasiadas obligaciones.
Una disminución en tu nivel de estrés puede reducir la necesidad de recurrir a conductas propias del TCA. Deja los eventos y obligaciones innecesarias y reserva tiempo para la relajación, la contemplación y el disfrute de las pequeñas cosas en tu vida.
6- Lucha contra los pensamientos rumiantes.
Muchas personas se preocupan por las fiestas incluso antes de que empiecen y no pueden detener esos pensamientos negativos (¿qué le voy a decir a la gente?, ¿qué voy a hacer?). Tienes que detener esos pensamientos y para eso, te animo a escribir 3 afirmaciones positivas que puedas repetir cada vez que aparezcan. Algunos ejemplos de afirmaciones positivas pueden ser tan simples como: “ya he pasado por esto antes y lo superé”, “aprende del pasado y déjalo ir”, “me conozco, me acepto, y soy fiel a mi persona”. Utiliza estas u otras frases que te funcionen y motiven en el momento para enfrentarte a los pensamientos negativos.
Hay que tener en cuenta que estas 6 indicaciones se basan en consejos generales, por tanto, recomiendo que consultes con tu terapeuta cuáles de estas pautas puedes seguir, ya que esto depende de tu diagnóstico, características individuales y contexto asociado.
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