04 Feb Trastorno de Ansiedad Generalizada: Cuándo la preocupación te bloquea
Es normal que te sientas ansioso de vez en cuando, especialmente si tienes un estilo de vida estresante. Sin embargo, hay algunos casos donde la ansiedad y la preocupación sobre temas como la salud, el dinero o la familia son tan excesivos y continuados en el tiempo que la persona que las sufre no puede seguir con su rutina diaria. A esta afección la denominamos Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), y puede darse junto a otros trastornos de la ansiedad o del estado de ánimo, como el trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de pánico y otros tipos de ansiedad.
¿Cuáles son las causas del Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)?
La razón exacta del TAG no se conoce del todo, aunque es probable que sea una combinación de varios factores, entre los que se pueden incluir:
- Hiperactividad en las áreas del cerebro implicadas en las emociones y el comportamiento.
- Desequilibrio de los neurotransmisores cerebrales serotonina y noradrenalina, que participan en el control y la regulación del estado de ánimo.
- Es 5 veces más probable desarrollar el TAG si hay un pariente cercano con la misma afección.
- Tener un historial de experiencias estresantes o traumáticas, como la violencia doméstica, el abuso infantil o el bullying.
- Tener una condición dolorosa de salud a largo plazo, como la artritis.
- Tener un historial de abuso de drogas o alcohol.
Sin embargo, muchas personas desarrollan TAG sin causa aparente.
Diferencia entre preocupación, estrés y ansiedad
El estrés es un mecanismo de supervivencia, mientras que la ansiedad aparece a menudo como la anticipación de futuras amenazas, causado por un miedo excesivo que se manifiesta comportamentalmente en forma de respiración entrecortada, sequedad de boca, mareos, etc.
Es normal sentirse ansioso y estresado antes de una entrevista de trabajo, un examen o un viaje, pero cuando comienzas a sentirte estresado por las tareas cotidianas hasta un grado en el que interfiere con tu trabajo y/o vida personal, ese estrés comienza a generar síntomas físicos como tensión muscular, dolores de cabeza, dolores corporales, diarrea, dolor en el pecho, problemas para dormir, pérdida de apetito.
¿Qué es la preocupación?
La preocupación es una reacción automática que sucede cuando la mente se centra en pensamientos negativos y repetitivos acerca de resultados inciertos o cosas que podrían salir mal.
La preocupación sólo ocurre en la mente, no en el cuerpo.
¿Cómo funciona la preocupación?
La preocupación tiene una función importante en la vida, cuando piensas en una situación incierta o desagradable, como no poder pagar el alquiler, o sacar una mala nota en un examen, el cerebro se estimula. Cuando te preocupas, empiezas a tomar medidas para resolver el problema, calmando así al cerebro. Sin embargo, la preocupación deja de ser sana cuando te atascas pensando en el problema sin reflexionar sobre su posible solución.
“La preocupación es una forma que tiene el cerebro de manejar los problemas para mantenerte a salvo»
– Dr. Marques
Criterios para el diagnóstico del TAG por un profesional
Cuando se evalúa el TAG, los profesionales clínicos buscan lo siguiente:
- Ansiedad excesiva y preocupación por una variedad de temas, eventos o actividades. La preocupación se produce con frecuencia durante al menos 6 meses y es claramente excesiva.
- La preocupación cambia rápidamente de un tema a otro, haciéndose más difícil de controlar.
- La ansiedad y la preocupación se acompañan de al menos tres de los siguientes síntomas físicos o cognitivos (en los niños, sólo uno de estos síntomas es necesario para el diagnóstico del TAG):
- Nerviosismo o inquietud.
- Se cansa fácilmente; más fatigado que de costumbre.
- Deterioro de la concentración o sensación de que la mente se queda en blanco.
- Irritabilidad (que puede o no ser observada por otros).
- Aumento de los dolores musculares o de molestias.
- Dificultad para dormir (debido a problemas para dormirse o permanecer dormido, inquietud por la noche o sueño insatisfactorio).
Terapia psicológica para episodios de Trastorno de Ansiedad Generalizada
Las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada tienden a prestar atención a cualquier cosa que parezca amenazante, preocupándose constantemente en un intento por definir y describir sus problemas, reduciendo la ansiedad temporalmente pero manteniendo al final la sensación de falta de control.
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) ayuda a las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada a reconocer cuando están malinterpretando la realidad, magnificando las dificultades y haciendo suposiciones pesimistas con poca o nula evidencia.
En la TCC, los pacientes pueden llevar un diario para registrar y examinar sus pensamientos y sentimientos. Durante el proceso terapéutico, el psicólogo te ayuda a tomar conciencia de tus pensamientos y suposiciones automáticas, para que puedas evaluarlas y determinar si son realistas o no.
El tratamiento conductual de la TCC implica el aprendizaje de nuevas formas de respuesta antes situaciones que provocan ansiedad. Los clientes pueden recibir entrenamiento en habilidades de resolución de problemas a través prácticas como el juego de roles o el aprendizaje por imitación.
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